Crítica de “47 Ronin: La Leyenda del Samurái”

NOTA: 6

Como occidentales estamos acostumbrados a las vastas extensiones de tierra yerma que nos ofrece el western. Caballos, sombreros calados y una pistola en cada mano por cortesía de John Ford y compañía. John Wayne en el marco de la puerta. La mirada de Clint Eastwood encontrandose con la de Lee Val Cleef. Las partituras de Ennio Morricone… Películas llamadas “del oeste”, con las que hemos crecido. Nostálgia en estado puro. Pero vuelvan la mirada a oriente unos instantes. Cambien los revólveres por katanas y se encontrarán un género hermano en tierras niponas. Las cintas de samuráis despiertan en nuestros corazones las mismas sensaciones y sentimientos que el western más clásico. El anhelo de un tiempo pasado que jamás volverá, donde la violencia y los códigos de honor regían los pasos de los hombres que dibujaban la historia. Kurosawa solo hay uno, pero con obras como “47 Ronin: La Leyenda del Samurái” recuperamos un agradable sabor para nuestros paladares que, poco a poco, estábamos olvidando.

2
El debutante realizador Carl Erik Rinsch nos ofrece una cinta de aventuras que se gana nuestro reconocimiento por la adecuada gestión del tempo de la obra. En tiempos de excesos y abusos de acción, la apuesta de Rinsch va más en la línea de aquellos días en los que la palabra “entretenimento” no significaba marear al espectador. Si a ello le añadimos la búsqueda de venganza del genial Hiroyuki Sanada y la lucha por el amor imposible de Keanu Reeves, los 110 minutos de metraje de la cinta resultan bastante agradables. Pero no todo funciona en esta propuesta lúdica navideña.

3
La leyenda de este grupo de parias de la katana tiene bien claro su principio y sabe a donde quiere llegar. El problema es que durante demasiados tramos no sabe como moverse de un punto a otro. Si hace escasas líneas aplaudíamos el pulso narrativo de Rinsch en la mayor parte de la obra, no es menos cierto que es incapaz de sobreponerse al que tradicionalmente se ha convertido en el punto flaco de la mayoría de los guiones: el segundo acto. Durante casi sesenta minutos la cinta pierde paulatinamente fuerza con pasajes cuya aportación a la trama son nulos y carentes de la intensidad emocional que requieren. Queridos guionistas, el segundo acto no son solo medio centenar de páginas a rellenar para llegar al estupendo clímax que se les ha ocurrido. En el cine no se puede desperdiciar ni un solo minuto.

4
Como en toda buena cinta del género la fotografía, dirección de arte y vestuario resultan impecables. Son varios los elementos que hacen de la cinta un producto más que vistoso en lo que a estética se refiere. Incluso nos atreveríamos a decir que su factura es maravillosa de no ser por lo cutre (no hay mejor calificativo) de algunos de sus efectos visuales. El “gamusino” al que se enfrentan en la segunda secuencia de la cinta es buen exponente de lo que nos espera en otro muchos momentos. Un poquito de por favor con esas cosas, que estamos en el siglo XXI.
5
A Keanu Reeves vamos a dejarlo. El chico no está para grandes alardes. En cualquier caso no pierdan de vista esta cinta de aventuras que no marcará sus vidas, pero que no carece de ciertas bondades apreciables.

Héctor Fernández Cachón

31 Comments

  1. http://www.skyecrisp.com/ abril 15, 2016
  2. car insurance mayo 16, 2016
  3. auto insurance mayo 20, 2016
  4. auto insurance junio 5, 2016
  5. cheap car insurance junio 5, 2016