Crítica de “Europa One”, la “Gravity” de bajo presupuesto

No me gustan las comparaciones. Odio que tiren de ellas para promocionar películas o libros. No hace mucho leí por ahí en la contraportada de “Pétalo carmesí, flor blanca” algo así como que podría ser perfectamente otro libro de Charles Dickens por la atmósfera que había creado el autor, por los personajes, etc., a pesar de que Michel Faber se lleva unas cuantas décadas con nuestro escritor inglés, vive en un contexto diferente y su intención, por supuesto, podría ser radicalmente distinta, además de otras muchas cosas que no se valoran: pero Charles Dickens vende y tal vez Michel Faber no por sí solo, el primero engancha al otro y te mete sutilmente la idea de que el segundo puede ser tan bueno. Es una técnica de venta, eso lo sabemos todos. A veces funciona, a veces nos asquea.

europa one

Con “Europa One” pasa algo similar, salvando las distancias, por supuesto. He oído de ella decir que es como una “Gravity” de bajo presupuesto, una “Gravity” como un reality y demás. Tienen en común el escenario: el espacio, pero ya está. Y como “Gravity” está teniendo mucho tirón, han intentado aprovechar parte de éste para encajar “Europa One”, que podría valerse de sus propias armas para atraer al espectador. De hecho, ya lo hace con otra de las técnicas de venta que más distorsionan el producto seleccionando los mejores momentos: el tráiler.

El argumento es atractivo, aunque lo tengamos muy visto: en Europa, uno de los satélites de Júpiter, han encontrado flujos de agua subterránea y algo que podría responder a lo que nosotros denominamos vida. Con la intención de recoger muestras y explorar, envían a un equipo de seis astronautas en la “Europa One”. La dirección corre a cuenta del ecuatoriano Sebastián Cordero y el guión de Philip Gelatt. Juntos hacen algo poco tocado por el género de la ciencia ficción en el cine y es… (redobles de tambor) … ¡tomar al espectador en serio! Ambos parten de la premisa de que no somos tontos. No somos científicos de la NASA que nos sentamos delante de la pantalla a buscar cada uno de los fallos físicos, químicos, biológicos, etc, pero tampoco somos amebas que se tragan cualquier cosa.

Cordero-Midline-2[1]Sin embargo, eso también lastra el ritmo de la película haciéndola más semejante a un documental que a un thriller. Intentan ser tan realistas que, por una parte, lo consiguen: transmiten a la perfección el tedio, el aburrimiento de los viajes espaciales. Este dura dos años, pero parece más largo todavía por la falta de acontecimientos que vayan manteniendo el interés del espectador. La baza la juega Europa y lo que pueda haber en el satélite, toda la expectativa recae en el fin de la misión, que es encontrar vida y ver qué tipo de vida. Nosotros, que somos muy pillos, nos imaginamos que no nos van a dar 90 minutos de metraje para encontrarnos con organismos unicelulares, algas o microbios. Intuimos que necesariamente tiene que haber algo más terrorífico. Otro toque de realismo viene dado por los tipos de planos que Cordero emplea: sólo se sirve de cámaras fijas que se encuentran dentro y fuera de la nave. La idea no está nada mal, pero acaba cansando ver una y otra vez los mismos escenarios desde los mismos ángulos. Por la otra parte, eso también afecta al realismo. Se supone que la película en sí atiende a este género que está en boga, el “metraje encontrado” o “foun footage”. Es decir: nosotros veríamos todo lo que ha sucedido en la nave con entrevistas intercaladas como en los mejores documentales. Este género intenta resaltar la veracidad de los hechos narrados, no es un “lo digo yo”, sino “esto es lo que ha pasado y tú lo puedes ver sin manipular”. Aunque en este caso está bien empleado, su abuso le resta mérito y, desde luego, no avala la verdad. Resulta difícil de creer en un “metraje encontrado” si después te encuentras en él algunas de las tonterías que ya han cometido otros astronautas del cine (clichés que los llaman). ¿Es que los tripulantes de “Europa One” no ha visto ninguna película de terror espacial, no podrían, al menos, no seguir los mismos pasos?

Aún con todo, tiene cosas destacables. Hay dos escenas que merecen la pena: una es el problema y el riesgo que supone realizar arreglos en el exterior de la nave mientras ésta está en funcionamiento y viajando a muchos, muchísimos kilómetros por hora -me hizo pensar en, además de “Gravity”, en un relato de Ray Bradbury– y la otra es cuando aterrizan en Europa.

Conclusión: lenta, poco excitante, actuaciones poco destacables, escenarios muy limitados -por las cámaras, no por el espacio-, interés decreciente y poco más. Dos cosas a su favor: el ambiente que se recrea, por lo menos al principio, y Sharlto Copley.

5 Comments

  1. peuterey arabesque 09 diciembre 20, 2014
  2. Vicente8515 diciembre 20, 2014
  3. TaylahBoatright diciembre 20, 2014
  4. MaribelHcp diciembre 20, 2014
  5. Meetic gratis 2017 julio 21, 2017