Las películas más sobrevaloradas del 2014 (Parte I)

Cuando nos levantamos picajosos, no hay quien nos aguante. No se puede explicar de otra forma que hayamos decidido coger algunas de las películas del último año para darles un buen puñado de bofetones. La crítica las adora y el público las aplaude, pero a nosotros nos han, en el mejor de los casos, decepcionado. El hecho de arrasar en prestigiosas galas de premios, de estar dirigidas o protagonizadas por algunos de los individuos más talentosos del planeta o las cantidades ingentes de dinero recaudado no logran convencernos de lo contrario. Como siempre, nos disculpamos por adelantado ante vosotros y los autores de las cintas, pero cuando estamos irreverentes…

 

– “12 Años de Esclavitud” (Steve McQueen): Difícil elegir un título mejor. La sensación que deja el filme estrenado hace una año por estas fechas, es la de pasar doce años en una butaca de cine. Nadie nos avisó de que estaba contada a tiempo real… Con tres palmos de narices nos quedábamos al ver una película en la que el director de la magnífica “Shame” abandonaba todos los rasgos característicos de su cine para caer en la vulgaridad de una historia mil veces contada. Apenas tres o cuatro secuencias nos permiten encontrar la mano de un Steve McQueen cuyo estilo radical impregnaba todos los minutos de sus anteriores obras. Interpretada de forma correcta (cuando no histriónica), va “12 años de esclavitud” y se lleva el Oscar que debía estar en las estanterías de “Her” o “Nebraska”.

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– “Nymphomaniac” (Lars Von Trier): La gente pierde el sentido con “Nymphomaniac”. Habla de la exploración de la esencia misma de la sexualidad, de la lírica y la metáfora de Lars Von Trier… Esto ya es vicio por rescatar al único director de la historia del cine capaz de hacer aburrida la caída de un meteorito en aquella película compuesta, a su vez de otras dos películas inconexas llamada “Melancolía”. En los dos volúmenes de “Nymphomaniac” (ambos prescindibles) se recupera el espíritu de “Anticristo”, pero con un poquito más de sobriedad estética y menos radicalidad. ¿Hacía falta? Se ve que si. Cuando todo parece haber sido una pérdida de tiempo llega un pretencioso final para corroborarlo. Lars Von Trier acaba de anunciar que deja las drogas. Igual sobrio…

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– “Relatos Salvajes” (Damián Szifron): Que si, que si. “Relatos Salvajes” está bien y tal. Es un divertimento interesante y un fiel retrato de una sociedad en constante estado crispación (como casi todas), pero… ¿Cuántas veces más tengo que escuchar comparaciones con “El Secreto de sus ojos”? ¿Las mejores películas argentinas de los últimos años? ¿En serio? ¿es que nadie ha visto “Lugares Comunes”, “El Aura”, “Nueve Reinas” o la propia “El Secreto de sus ojos”? La cinta de Damián Szifrón resulta tan irregular en su resultado global como en muchas de sus historias individuales. Pasando por alto que episodios como el del restaurante se podían haber quedado en la sala de montaje, la mayoría del resto se dilatan lo suficiente como para dejar de ser graciosos y transformas lo hilarante en aburrido, terminando por perder nuestro interés.

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  1. Oscar J. Vazquez enero 4, 2015