Mientras las taquillas de todo el planeta viven sus momentos más felices después de enlazar de forma consecutiva los exitazos de “Furious 7”, “Los Vengadores: La era de Ultron” y “Jurassic World”, el drama se cierne sobre los cines. Esté próximo viernes llegará a las pantallas de nuestro país “Terminator: Génesis”, secuela de la famosa franquicia iniciada por James Cameron hace ya más de tres décadas. Muchas eran las expectativas que había en una cinta que vendría a rescatar la saga después de las pobres propuestas de “Terminator 3” y “Terminator: Salvation”, pero la cosa se ha puesto fea…
Aprovechando la festividad del 4 de julio, las carteleras de EE.UU y otros muchos países daban la bienvenida a sus pantallas al T-800. Todo estaba preparado para que la película se alzase con el primer puesto de la taquilla, dado que su principal rival, “Jurassic World”, carecía de la fuerza necesaria para eclipsarla tras 4 semanas en cartel. Pues bien, “amparada” por la horrenda recepción de la crítica y su 73% de críticas negativas, la película se estrellaba de forma estrepitosa. Ni la salvaje campaña promocional han podido evitar que “Terminator: Génesis” se quedase por detrás de la cinta de dinosaurios y del éxito de pixar “Inside Out”. 28, 7 millones de dólares recaudados el fin de semana para un total de 44 en el global de los cinco días dejaban tiritando a un proyecto cuyo coste estimado se habría ido a unos 250 millones de dólares entre producción y promoción. Los 85 millones recaudados en el resto del planeta hacen pensar que la película alcanzará, en el mejor de los casos, a cubrir su coste.
La envergadura de un fracaso es proporcional a su ambición. “Terminator: Génesis” pretendía hacer saltar por los aires las taquillas y dar comienzo a una nueva y renovada trilogía que, salvo sorpresa en el mercado asiático, parece haber muerto en la primera cinta. Una pena…