Ser una estrella del cine, una cara conocida, un actor amado por su público, un profesional de la interpretación y demás no te garantiza el trabajo en una película conocida, ni siquiera cuando ya te han cogido para participar en ella. En Hollywood cualquiera es reemplazable y te pueden echar de un día para otro.
Antes de que Mark Wahlberg se quedara definitivamente con el papel de padre en la adaptación cinematográfica de “Desde mi cielo“, Ryan Gosling fue considerado como la primera opción a pesar de su apariencia juvenil y todo. El actor engordó unos 27 kilos y se dejó crecer barba para conseguir un look más apropiado, pero a Peter Jackson no le gustó y finalmente lo echó por gordo. La película, dicho sea de paso, me pareció un soberano excremento.
De nuevo con el director Peter Jackson a los mandos, Stuart Townsend, el olvidado actor que hizo de Dorian Gray en “La liga de los hombres extraordinarios” fue elegido para el papel de Aragorn. Se estuvo preparando durante al menos dos meses para hacerse con el papel: ya sabéis lo que eso conlleva (gimnasio, dieta estricta, clases de esgrima, equitación, etc.) En el último momento, sin embargo, a Peter Jackson le pareció que se le veía muy joven y eligió a Viggo Mortensen.
Lo despidieron después de llevar varias semanas de rodaje y lo reemplazaron por Hugo Weaving. Purefoy aludió a diferencias creativas, pero el rumor dominante dice que no le gustaba ir con la cara cubierta durante toda la película. En algunas escenas, el cuerpo del enmascarado es todavía el de Purefoy y Weaving tuvo que doblarle la voz para aprovecharlas.
Se tomaba muy en serio su papel, tanto, que el productor ejecutivo Steven Spielberg consideró reemplazarlo por Michael J. Fox. Además de eso, éste era unos centímetros más bajo que Stotlz y eso hacía a Biff (Thomas F. Wilson) más intimidante.
Así es. El estudio lo contrató, pero al poco se retractó de su decisión y le ofreció el papel a Leonardo DiCaprio, que lo declinó por estar ocupado con “Titanic”. También se interesaron por Ewan McGregor, pero no era recíproco y finalmente acudieron de nuevo a Christian Bale, que accedió, como sabemos, a encarnar a Patrick Bateman y felizmente se convirtió en otro puntazo dentro de su carrera.
Se dice que Steven Spielberg la despidió por unos desacertados comentarios que hizo la actriz acerca de Michael Bay. Lo comparaba con Hitler por lo “tirano” que se muestra en su trabajo y, claro, siendo él un director judío muy consciente de la historia de su pueblo no pudo tomárselo a guasa. No obstante, este “despido” será siempre objeto de duda. Megan Fox afirma que ella abandonó el rodaje de “Transformers 3” porque no le gustaba la fama de sex symbol que estaba cosechando y otros motivos diferentes.
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