En el Hollywood clásico, las estrellas eran los actores. Poco a poco y especialmente a partir de los años 70, la estrella pasó a ser el director. En la actualidad asistimos a una combinación de ambas vertientes. Una película puede ser vendida apostando casi en exclusiva por el director, caso de Scorsese, Spielberg o Malick y también aprovechando el tirón de un actor o actriz de éxito (Brad Pitt, Scarlett Johansson, etc). Pero el cine da para mucho más y un ejemplo puede ser el estreno de The Turning, una obra por episodios que cuenta con más de 15 directores. Un proyecto al estilo de Paris, je t’aime pero exclusivamente australiano que adapta el trabajo del escritor Tim Winton y que cuenta con Cate Blanchett o Hugo Weaving (Matrix) como intérpretes más célebres.
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