Álex de la Iglesia es uno de nuestros grandes cineastas y, como tal, merecía tener un pequeño hueco en los cortos de los sábados, como si eso pudiera ser suficiente homenaje para las esperpénticas y disparatadas, pero siempre divertidas películas que nos deja. Aunque “Balada triste de trompeta” me pareció un truño supremo para lo que esperaba (diga lo que diga la Mostra de Venecia, nunca olvidaré “El día de la bestia” o “La comunidad“. Esas pelis, si las veo en la televisión durante un deprimente zapping, las dejo seguro. Su humor negro es capaz de salvar cualquier noche torcida.
Sí, está en blanco y negro, pero sale Álex Angulo, así que no hay quejas que valgan. Disfrutad de este macabro y entretenido corto el último sábado de agosto. Algo es algo.
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