El corto que tenemos para este primer domingo de septiembre, no tan lamentable por ahora como cabe esperar, es de Tony Scott, hermano, como ya sabéis de Ridley Scott. Este director se suicidó el año pasado dando lugar a unos intensos debates periodísticos sobre si tenía alguna enfermedad terminal que le empujara a quitarse la vida antes de tiempo, si había problemas familiares, si no se sentía lo suficientemente realizado y el típico y largo etcétera de los que se nutren los buitres en estos casos. Desconozco cuáles fueron sus motivos y, a decir verdad, tampoco me importan. Prefiero quedarme con lo que nos ha dejado aquí para los vivos y llevarme un pedazo suyo.
No es éste el primer corto que Tony Scott realizó, pero creo que es el que más me gusta y el que mejor viene para hacer frente la vuelta al cole, como quien canturrea por estas fechas. En este corto convergen James Brown, Clive Owen, Danny Trejo y un exultante Gary Oldman. No os cuento nada porque merece la pena echarle un vistazo; dura unos diez minutos, pero se hacen muy, muy cortos. Interesante, entretenido y divertido: ¡qué más pedir!
Por cierto, este corto pertenece a una serie ideada por BMW en la que Clive Owen es el nexo; él siempre es el conductor contratado y en cada corto tiene una aventura distinta mientras promociona los coches de la casa. Las ventas aumentaron bastante a raíz de la propuesta. Tal vez en los próximos cortos de grandes directores veamos algunos más.
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