¿Buenos? Si, pero con mesura. Los 6 mejores antihéroes de la TV (Parte II)

Los perfiles de un feliz padre de familia, un detective de Baltimore y un profesor de instituto no parecen los más adecuados para integrar nuestra lista con los 6 mejores antihéroes de la TV, pero cuando les pongamos nombre y apellidos estaréis de acuerdo con nosotros en que son dignos de nuestro particular podio.

3. Tony Soprano (“Los Soprano”): Tony no pasa por buenos momentos. Algo perturba su calma, hasta el punto de tener que recurrir a ayuda psicológica. Los negocios le van bien y su familia tiene los problemillas de cualquier casa. Lo único que Tony Soprano es el jefe de una importante familia mafiosa que controla todo el norte de Nueva Jersey, con las pequeñas fricciones con la ley que ello provoca. Nunca olvidaremos a Tony, ni al tristemente desaparecido James Gandolfini.

 

2. Jimmy McNulty (“The Wire”): Resulta imposible resistirse al magnetismo de Dominic West y su Jimmy McNulty. El detective del Departamento de Policía de Baltimore muestra un talento incuestionable para poner en jaque a todo un entramado de tráfico de drogas, pero el resto… Divorciado, desastroso padre, alcohólico, golfo, vago, insubordinado o arrogante serían algunos de los detalles que hacen de McNulty una eminencia en el mundo de los antihéroes.

 

1. Walther White (“Breaking Bad”): Como decía un famoso anuncio, toda lista tiene un primero, y en la nuestra es un profesor de química en un instituto de Albuquerque. ¿Cutre? Eso parece, hasta que a este pusilánime padre de familia le detectan un cáncer terminal de pulmón. Es entonces cuando el bueno de Walt decide que se ha cansado de que la vida le escupa a la cara. Quiere dejar a su familia en buena situación, por lo que empieza a cocinar el mejor “cristal” (metanfetaminas) del planeta. Lo que pasa es que Walt lleva dentro a un dragón a punto de despertar. Sin límites para el bien o para el mal, se hace difícil encontrar a un antihéroe capaz de ponernos tantas veces la piel de gallina como este al que da vida Bryan Cranston. ¡Larga vida a Heisenberg!