Cuéntame un cuento: Los tres cerditos

Antena 3 se ha sumado a la revisión de los cuentos clásicos. Su propuesta es diferente a “Érase una vez”, la popular serie donde los cuentos cobran vida y se mezclan todos en un mismo universo. Tampoco se parece a “Blancanieves y la leyenda del cazador” o a “Maléfica“. Lo único que comparten es el espíritu tradicional que los sustenta y las referencias, lo demás es harina de otro costal.

Así pues, este lunes ha dado comienzo a esta ficción televisiva con su primer capítulo: “Los tres cerditos”. No hay mucho que decir sobre el cuento en el que se basa. Tenemos al malo, identificado con el lobo, que se quiere comer a los cerdos, los supuestamente buenos de la historia. Cada uno representa un grado de esfuerzo y sacrificio: el más pequeño es también el más vago y el mayor es el más responsable y trabajador. Como ya sabéis, el lobo va primero a por el más fácil de cazar, pero el pequeño escapa y se refugia en casa de su hermano mediano. Cuando el lobo vuelve a atacar, los dos se van corriendo a casa del hermano mayor, que es más resistente y está mejor protegida. “Los tres cerditos” de Antena 3 mantiene la estructura clásica, pero le da un pequeño giro al cuento: y es que esta vez, el lobo (Víctor Clavijo) sí tiene motivos para ir tras los cerditos.

En este caso, tenemos una historia de venganza. Si partimos de un cuento, ya sabemos que los personajes van arquetipos prácticamente inamovibles, incluso el desarrollo del capítulo, más allá del paralelismo que mantenga con el cuento infantil, también va a tener sus momentos típicos. Todas las historias de venganza funcionan de manera similar y en “Los tres cerditos” no han tratado de innovar en ese aspecto.

Sin embargo, esto no es un punto en contra exactamente… a menos que estés ahíto de thrillers, porque entonces deja muy poco espacio para la sorpresa con el modo de avanzar zigzagueante (primero atacan los malos, luego el bueno se la devuelve, los malos actúan de nuevo, el bueno se dirige al ataque final, etc.). Es un episodio entretenido, violento, un poco oscuro, sin necesidad de profundizar en el lado más gore de la violencia engendrada por la violencia, pero sin miedo de ser directo. Empieza a oler a fresco en esta ficción nueva y creo que está bien darle una oportunidad, ya que solo son cinco los cuentos versionados para esta primera temporada.

Retomando “Los tres cerditos”, creo que el gran peso se lo lleva la fotografía. Sinceramente, es lo que más he disfrutado. El uso inteligente de los primeros planos y los medios para contribuir a la descripción psicológica de los personajes, el ángulo de la cámara que juega a las medias verdades. la disposición de los decorados y lugares de rodaje… El mimo en este departamento se ve ligeramente deteriorado por el descuido de la dirección. Es una pena. Arturo Vals, tal vez por su popularidad en las tardes, chirría en los pocos minutos que tiene, pero sus hermanos tampoco es que lo superen. Luis Zahera es un tipo ideal para la clase de papeles que requiere un thriller, pero a veces se pasa de duro y la exageración no es, en esta historia, un buen recurso.

El capítulo va acompañado de una voz en off que narra el cuento. Tiene pocas intervenciones, pero su posición neutra y su aparición oportuna anticipa el acto correspondiente. De todas formas, lo importante no es el final, que ya podemos aventurar dado el género en el que se acoge, sino la reutilización de un relato tradicional, asociado principalmente con niños.

Nota: 6/10