Se multiplican los problemas para el universo cinematográfico de DC Comics

La crisis es evidente. Lo que prometía ser uno de los grandes estrenos de la historia del cine se quedaba en decepción. Pese a que se esperaba rondar los 1.500 millones de dólares en taquilla, “Batman v Superman: El amanecer de la Justicia” no lograba alcanzar los 900 en su taquilla mundial. La decepción en Warner Bros. iba mucho más allá al llevarse un palo descomunal de una crítica que se saldaba con casi un 75% de valoraciones negativas.

Así las cosas, en la compañía se ha instalado cierto ambiente de pesimismo. El esfuerzo, trbajo y dinero invertidos en construir un universo cinematográfico de DC Comics que compitiese con el de Marvel en un tiempo récord se ha manifestado como un error. Las prisas le están saliendo caras a una compañía que pretendía recorrer con una sola película el camino que la competencia ha tardado casi una década en cubrir. Las prisas no son buenas consejeras, lo que se ha traducido en una importante fractura interna.

Pese a que la oscuridad es la seña de identidad que diferencia a DC de Marvel y al hecho de que sus creativos piensen que ese es el camino a seguir, lo cierto es que en Warner están empeñados en que a la cosa hay que darle más humor. Esto está generando una crisis existencial en cuanto a la esencia de ese universo cinematográfico de DC Comics que ya se ha cobrado las primeras víctimas.

Seth Graham-Smith, el hombre que tenía que dirigir “Flash” anunciaba hace unos días su adiós al proyecto debido a importantes diferencias creativas con el estudio. Con un estreno previsto para el 16 de marzo de 2018, la cinta se quedaba sin director. A él podría sumarse James Wan. El enorme director se convertía en uno de los grandes fichajes de la compañía al confirmarse como el director de “Aquaman”. Ahora, las continuas injerencias y los bandazos del estudio habrían colocado al director al borde de la dimisión. Grandes problemas para Warner.