Pese a que los defectos de la segunda trilogía galáctica de George Lucas resultan variados, lo cierto es que un intérprete siempre ha sido considerado como el abanderado del fracaso creativo. Hayden Christensen se enfrentaba a la gran oportunidad de su vida al ser elegido como el Anakin Skywalker del regreso de Star Wars. La empresa no era sencilla, pues el joven actor tenía que convertirse en el rostro del que resultaría el gran villano de la historia del cine: Darth Vader.
Pero la cosa pudo haber sido bien distinta. Uno de los mejores actores de las últimas décadas estuvo muy cerca de hacerse con el papel. Nuestro querido Leonardo DiCaprio tenía todo para convertirse en el joven Jedi/Sith. El actor realizaba varias pruebas de cámara y mantenía varias reuniones con el equipo creativo de la película. De hecho, DiCaprio llegaba a reunirse con el estudio para negociar una posible incorporación al filme. George Lucas había encontrado al Anakin Skywalker que estaba buscando.
Sin embargo, Leonardo DiCaprio siempre ha tenido muy buen olfato a la hora de detectar proyectos interesantes. Algo debió olerle mal al joven actor, lo que provocaría una ruptura de negociaciones. No era lo que Leo estaba buscando. Aún así, George Lucas no se resignaba a perder a su chico. Durante mucho tiempo trató de convencerle para que cambiase de parecer, pero finalmente se dio cuenta de que no había marcha atrás posible. Hayden Christensen se convertía en recambio de última hora y en un auténtico error de casting.
Efectivamente, casi podemos decir que el repentino cambio de parecer de DiCaprio fue un golpe mortal para la saga, aunque también hay que reconocer que Hayden Christensen no aparecía en La Amenaza Fantasma y también fue un churro.
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