En el año 2007 nuestro queridísimo Will Smith firmaba una de sus obras más exitosas. La adaptación de la novela de Richard Mathenson, “Soy Leyenda” nos transportaba a un mundo post-apocalíptico en el que una epidemia había convertido a la gente en “nocturnos”. Las temibles criaturas deambulaban por la noche en busca de supervivientes a los que convertir. El Robert Neville al que daba vida el bueno de Smith terminaba la cinta a merced de esta especie de vampiros-zombis en un final bastante dramático, pero casi preferible a la versión que se decidió eliminar del montaje final.
Como puedes ver a continuación, la cosa se volvía un poco pastelosa. De hecho, prácticamente rompe por completo el tono de la película ya que nos enfrentamos a unos “nocturnos” que hacen algo así como descubrir el amor en el fondo de su corazón. Cada uno que juzgue, pero nosotros preferimos pasar por alto esta resolución alternativa.
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