Netflix vuelve a dejarnos fríos con “El agente invisible”

Un auténtico pastizal invertido de nuevo, pero un resultado tirando a modesto. Si una película había despertado expectación en la parrilla de Netflix en estos últimos tiempos esa era El agente invisible. La cinta tenía se plantaba en los cines hace unos días para aterrizar el 22 de julio en la plataforma. Y lo cierto es que tenía todos los ingredientes para ser una cinta espectacular, pero nada más lejos de la realidad.

El agente de la CIA Court Gentry (Ryan Gosling), alias Sierra Seis, es sacado de una cárcel federal reclutado por su supervisor, Donald Fitzroy (Billy Bob Thornton), Gentry fue en su día un mercader de la muerte altamente cualificado, autorizado por la Agencia. Pero ahora las tornas han cambiado y Seis es el objetivo, perseguido por todo el mundo por Lloyd Hansen (Chris Evans), un antiguo compañero de la CIA que no se detendrá ante nada para acabar con él. La agente Dani Miranda (Ana de Armas) le cubre las espaldas. La necesitará.

Se puede disfrutar, de eso no hay duda. Sin embargo, El agente invisible se acerca más a la irrelevancia que a otra cosa. Una película aceptable, que queda muy lejos de lo que podría haber sido y en la que los hermanos Russo (Vengadores: Endgame) ni de lejos despliegan su enorme talento.

Seguro que El agente invisible triunfa en la parrilla de Netflix y que la cinta se convierte en uno de los proyectos más vistos, pero lo cierto es que la plataforma de streaming sigue sin dar el salto de calidad necesario en sus grandes producciones. Una lástima.