Parecía que nadie podía enfrentarse a su imperio. Desde hace años, el mundo del entretenimiento casero tiene a Netflix como gran icono. La plataforma de streaming manejaba con puño de hierro una industria que ponía patas arriba gracias a sus ambiciosas apuestas en series y películas. Proyectos de singular calidad como House of Cards, Stranger Things, Narcos, La casa de papel… Todo el mundo quería ver Netflix, pero las cosas parece que están cambiando.
Desde hace algún tiempo se venía apreciando una manifiesta caída en la calidad de la parrilla de Netflix. Cada vez era más difícil encontrar una gran serie entre decenas de estrenos cada mes. A eso se le añadía una apuesta cada vez más marcada hacia realities. Al final, uno se planta en el catálogo de Netflix y la sensación es la de encontrarse un batiburrillo de cosas.
Poco a poco hemos ido viendo como otras muchas plataformas empezaban a hacerse su hueco a base de apuestas ambiciosas. Amazon Prime Video, Disney+ o HBO Max juegan fuerte. Los usuarios tienen un amplio catálogo a su alcance y ya no existe esa percepción de que Netflix lance las mejores series. La fidelidad de los usuarios ha ido cayendo así de forma progresiva.
Cualquiera de los casos, tiene pinta de que la puntilla ha llegado con un cambio de política dentro de la propia plataforma y cuyas consecuencias no han calibrado demasiado bien. El fin de las cuentas compartidas ha provocado la indignación entre incontables usuarios. De momento todavía se están calibrando las consecuencias de tan arriesgada maniobra, pero a nadie le extrañaría que Amazon Prime Video terminase con el reinado de Netflix este mismo año. ¿La caída definitiva del gigante?
Es curioso el funcionamiento de la industria y de la simpatía del público. Dos actores…
Cuando nos ponemos a pensar en las películas más rentables de la historia del cine,…
4. Encuentros en la tercera fase (Steven Spielberg, 1977): La primera de las tres ocasiones en…
Tipo listo nuestro queridísimo Mads Mikkelsen. No vamos a descubrir ahora que el actor de…
8. Depredador (John McTiernan, 1987): “Si sangra, podemos matarlo”, decía Arnold Schwarzenegger en esa época en que rallaba…
Es un icono popular de esos imperecederos. Pese a que han pasado ya 14 años…