10. Muere otro día (Lee Tamahori, 2002): Si no llega a ser por Halle Berry emergiendo del agua cual diosa griega, nada se salvaría de este 007.
9. House of the Dead (Uwe Boll, 2003): Probáblemente estemos ante la obra cumbre del peor director vivo. No hace falta añadir mucho más.
8. Titanic (James Cameron, 1997): Odiemos todos juntos a James Cameron por otra sensacional obra y una de las grandes cintas de amor del cine.
7. Transformers 2: La Venganza de los Caídos (Michael Bay, 2009): En algun momento que desconocemos nuestros queridos Transformers se volvieron un revoltijo de chatarra…
6. Batman y Robin (Joel Schumacher, 1997): Son tantas las leches que se ha llevado la película a lo largo de estos años que ya se le coge cariño de la penica.
5. Psicosis (Gus Van Sant, 1998): Eso de hacer un remake de una obra insuperable no parce buena idea. De hecho, no lo es.
4. Crepúsculo (Catherine Hardwicke, 2008): La historia del vampiro sidoso y la mocida sin expresiones faciales no podría tener más “haters”. Demasiado bobalicones para el mundo.
3. Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994): El tiempo le ha ido granjeando un buen puñado de detractores al bueno de Forrest. Nosotros seguimos amándole.
2. Star Wars: Episodio I. La Amenaza Fantasma (George Lucas, 1999): Tantos años esperando el retorno a la galaxia para esto… Jar Jar tampoco ayudaba mucho, la verdad.
1. Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (Steven Spielberg, 2008): ¿Por qué le hiciste eso a Indi, Steven? ¿Por qué dejaste el guión en manos de George Lucas? ¿Por qué esos extraterrestres?
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