Qué grande fue el cine de los 80 y cuántas horas magníficas nos ha brindado. Al borde ya del cambio de década, nos llegaba una de las cintas más inolvidables de la historia del cine. Un filme en el que nuestro queridísimo Robin Williams firmaba otra de esas interpretaciones que le volvieron inmortal. Hablamos, evidentemente, de El club de los poetas muertos.
En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del “carpe diem” -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales.
Peter Weir era el responsable de que, a día de hoy, a todos nos siga emocionando ver a los muchachos subidos en sus pupitres con Walt Whitman como bandera. “¡Oh capitán, mi capitán!”. Disponible en Disney+ y Movistar+.
Es curioso el funcionamiento de la industria y de la simpatía del público. Dos actores…
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