Pocas películas de ciencia-ficción como “Hijos de los Hombres”

Cualquier ocasión es buena para una buena ración de cine postapocalíptico, pero no cualquier ración es tan buena como la de Hijos de los hombres. En Alucine, cada vez que tenemos ocasión, le dedicamos unas líneas a una auténtica obra maestra del género. Y no nos miréis con esas caras, porque sabéis que tenemos razón. Al menos los que ya habéis disfrutado de la película de 2006. El resto, nos la daréis con el tiempo.

Parece mentira lo desapercibida que pasó la película de Alfonso Cuarón el “año de los mejicanos”. Inexplicable. Mientras González Iñárritu y Guillermo del Toro coleccionaban premios y palmadas en la espalda por Babel y El laberinto del fauno, todos se olvidaban de nuestro queridísimo Alfonso Cuarón. El director pasaba desapercibido con una película impecable en su esencia y asombrosa en apariencia. Una pieza de muchísimos quilates.

 

Hijos de los hombres nos entrega, además de una trascendente reflexión sobre la naturaleza del hombre, una de las realizaciones más atrevidas y potentes que se recuerdan. Cada plano es café para los muy cafeteros. Planos secuencia para la historia y un nuevo alarde de clase del que probablemente sea el mejor director de fotografía de la actualidad, Emmanuel Lubezki, se unen a la historia basada en la novela de P.D. James para configurar esta virguería cinematográfica.

¿De qué va Hijos de los hombres?

Año 2027: el ser humano está cerca de la extinción: los hombres han perdido la capacidad de procrear y no hay una explicación al hecho de que todas las mujeres del planeta se han vuelto estériles. Mientras tanto, la humanidad se lleva un duro golpe cuando muere un muchacho de 18 años, la persona más joven de la Tierra.

En medio de todo ese caos, Theo , un desilusionado ex-activista radical de Londres convertido en burócrata, es contratado por Julian para que proteja a una mujer que puede tener el secreto de la salvación de la humanidad… o portarlo.

Clive Owen, Julianne Moore, Michael Caine, Peter Mullan y Chiwetel Ejiofor al aparato para convertir Hijos de los hombres en una de las mejores películas de la historia de la ciencia ficción.