Una gran estrella de Hollywood, defenestrada por los grandes estudios

Un día estás en la cresta de la ola con todos los grandes estudios peleándose por tu rostro y, a la que te das cuenta, ya nadie quiere verte. El juego de Hollywood es tan complejo, como cruel. Si no, que le pregunten a Keanu Reeves. El hombre que se convirtió en el ojito derecho de las superproducciones es hoy uno de los nombres tabú dentro de la industria. Así lo declaraba el propio Reeves en una reciente entrevista.

“Es una mierda, pero es sólo la forma en que es. La última película de estudio que hice fue 47 Ronin, pero antes había pasado mucho tiempo desde la anterior. Ai no recuerdo mal, cinco años desde Ultimátum a la Tierra en 2008″, afirmaba Keanu Reeves en un auténtico alarde de sinceridad.

Lo cierto es que las dos películas apuntadas por el actor en la entrevista resultaron sonoros fracasos. Mientras que “Ultimatum a la Tierra” se hacía con 220 millones de dólares que no le llegaban ni para cubrir gastos, “47 Ronin” (aquí llamada “La Leyenda del Samurai”) pasaba a engrosar la lista de los grandes fracasos de la historia del cine al lograr 175 millones frente a los 300 que se dejaba Universal entre costes de producción y publicidad.

Sea como fuere, lo único que está claro es que el protagonista de “Speed” o de la trilogía de “Matrix” necesita un éxito pronto, o su nombre caerá en el olvido sin remedio. “John Wick” fue el primer paso. ¿Será la secuela del filme su gran impulso?