Todos tenemos la concepción de que en la HBO no hay límites. La cadena siempre se ha caracterizado por ser el alojamiento ideal para multitud de proyectos arriesgados. Ya sea sexo o violencia, lo que está claro es que lo que podemos ver en la HBO se antojan contenidos inaceptables para cualquier otra cadena.
Sin embargo, parece que alguien logró dar con el límite de tolerancia de la cadena. Puede que muchos estéis pensando en la violencia extrema de Juego de Tronos, pero nada más lejos de la realidad. Los que pusieron contra las cuerdas a los jefazos de la HBO fueron los responsables de esa increíble joya titulada Girls.
“Desde el principio, sabíamos que lo que estábamos haciendo era sexualmente provocador, y eso es lo que hace la serie interesante, nueva, y divertida. Lena quería revelar algo que, por lo general, se oculta; a menudo no se habla de una parte enorme de la vida de las personas porque la gente no quiere retratarla en una película, y eso dio lugar a montones de historias de las que normalmente no podemos hablar. Lo que pasa es que luego grabamos una escena…“. Con estas palabras, Judd Apatow comenzaba a explicar el tema del veto de la HBO. El productor de la serie hablaba en una entrevista para Entertainment Weekly, pero había que esperar a que Lena Dunham, creadora y protagonista de la ficción, tirase de su habitual sinceridad: “Era una eyaculación”.
Efectivamente, volvemos a quedarnos de lo más sorprendidos al descubrir que el sexo genera más rechazo que la violencia más salvaje. Será porque somos europeos…