Scorsese asume el mayor desastre de su carrera

El bueno de Marty se ha llevado un chasco de los buenos. Pese a que llevábamos mucho tiempo esperando que Silence viese la luz, finalmente la cinta ha resultado una decepción en varios aspectos. Cierto es que valoramos positivamente esa política que ha adoptado Scorsese de realizar las películas que le apetece y con total libertad, pero la fórmula que había funcionado durante estos último años ha dejado de hacerlo.

Efectivamente, Silence es una cinta bastante radical en su puesta en escena y de un ritmo excesivamente mortecino, lo que ha terminado por distanciarla del gran público y de parte de la crítica. El filme está muy lejos de ser un horror, pero no se puede negar que es de difícil digestión. Eso se traducía en una recaudación mundial cercana a los 20 millones de dólares, lo que resulta una cifra preocupante si tenemos en cuenta que el gasto de producción de la cinta se iba hasta 46 millones de dólares más otros 20 en publicidad y distribución.

Efectivamente, el genial director ha visto como el filme se convertía en el mayor desastre de su carrera, provocando que Paramount haya decidido no distribuir The Irishman, la película que unirá a Martin Scorsese con Robert De Niro y Al Pacino. El error se antoja evidente, pero por suerte Netflix ha tenido mayor amplitud de miras.