Pese a que no son tiempos nada fáciles para el cine, películas como esta nos recuerdan lo maravilloso que es el séptimo arte. La limitación en lo que a grandes estrenos se refiere ha mermado la calidad de la cartelera de forma constante y la lista de contendientes al Oscar a la Mejor Película se antoja pobre, pero el caso de Minari estamos ante un filme que dignifica los premios.
David, un niño coreano-americano de 7 años, ve cómo a mediados de los años 80 su vida cambia, de la noche a la mañana, cuando su padre decide mudarse junto a toda su familia a una zona rural de Arkansas para abrir allí una granja, con el propósito de lograr alcanzar el sueño americano.
Ya se hacía con el Globo de Oro a la Mejor Película de Habla No Inglesa. Y eso porque no podía competir en otras muchas categorías. Una de las grandes cintas independientes del año parece tener un lugar asegurado entre las candidatas al Oscar a la Mejor Película. Y en medio de todo el nombre de Steven Yeun ha logrado disparar su cotización. El actor de The Walking Dead que nos dejó traumatizados tras su primer encuentro con Negan firma una de las mejores interpretaciones del curso en Minari.
Un 98% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes vienen a confirmar que lo de Minari es otro rollo. Una pequeña obra maestra moderna que nos emociona a lo grande.