27.000 dólares y un iPhone, lo único que ha hecho falta para esta maravilla de la ciencia-ficción

Más allá de los dos minutos infinitos

Más allá de los dos minutos infinitos

Al final esto es cuestión de echarle imaginación. Vale que el cine es un arte bastante caro, pero de vez en cuando nos encontramos con que una idea sensacional y bastante baratita es capaz de meterse a medio mundo en el bolsillo. Hoy hay que hablar de Más allá de los dos minutos infinitos.

Al volver a su apartamento al final del día, Kato, dueño del Café Phalam, se ve a sí mismo hablándose desde la pantalla de su propio ordenador, con un mensaje bastante curioso: “Soy el yo del futuro. Dos minutos en el futuro”. La pantalla de su cuarto y la del ordenador de la cafetería están conectadas de alguna manera que no se puede explicar. Kato vuelve a su establecimiento y, junto a sus clientes habituales, empieza a explorar un fenómeno inexplicable.

Cualquier cosa que os dijésemos de Más allá de los dos minutos infinitos quedaría lejos de hacerle honor a una de las mejores películas jamás rodadas sobre bucles temporales. Es que no puede ser más inteligente. Sorprende que para hacerla realidad se necesitasen únicamente 27.000 dólares de presupuesto y un iPhone utilizado como cámara.

Si todavía pensáis que esto es una cutrada y que se nos está llenando la boca al hablar de Más allá de los dos minutos infinitos, os recomendamos un paseo por Filmin y Prime Video para flipar un ratito en bucle con esta joya de la ciencia-ficción.