El gran clásico del cine que nadie quería dirigir

La verdad es que el destino es curioso. Eso, unido a que nadie conoce la fórmula del éxito cinematográfico, provoca que se den situaciones tan curiosas como la que se producía hace 50 años. Un tiempo en el que un proyecto empezaba a pasar de mano en mano, sin que ningún director se atreviese a hacerlo realidad. Hablamos, ni más ni menos, que de la película que terminaría por convertirse en la que para muchos es la mejor cinta de la historia del cine: El Padrino.

La novela de Mario Puzo veía la luz en el año 1969 y pronto se convertiría en un auténtico ‘bestseller’, algo que Paramount supo detectar incluso antes de que la obra viese la luz. La compañía le ponía en la mano al autor la cifra de 12.500 dólares en 1967, dos años antes de su lanzamiento. Una cifra que podía convertirse (y se convirtió) en 80.000 en caso de que se desarrollase la adaptación cinematográfica. Con lo que no contaban era con que el camino pudiese ser tan sinuoso.

Efectivamente, en Paramount arrancaban el desarrollo de la película, pero pronto se encontraban con un serio problema. La realidad es que no daban con ningún director que quisiese hacerse cargo de El Padrino. La primera tentativa y el primer rechazo llegaban por cortesía del gran Sergio Leone. Era la primera opción para el estudio, pero no la única. Todavía se guardaban una lista llena de geniales candidatos.

Peter Bogdanovich, Peter Yates, Richard Brooks, Arthur Penn, Franklin J. Schaffner, Costa-Gavras,Otto Preminger… Uno a uno todos iban descartando la posibilidad de dirigir El Padrino. La situación se volvía realmente complicada, por lo que en Paramont decidían finalmente apostar por un joven director que había mostrado ya un singular talento en una cinta titulada La conversación. Francis Ford Coppola se plantaba en la ecuación.

25/05/2016 Marlon Brando, Francis Ford Coppola y Al Pacino en El Padrino.
El director Francis Coppola publicará The Godfather Notebook, una reproducción del diario de trabajo que utilizó durante la filmación de la película ganadora de un Oscar en 1972, y una de las mejores producciones de la historia, El padrino.
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A sus 31 años y a cambio de 100.000 dólares, Francis Ford Coppola asumía los mandos de una película que, a estas alturas, no pintaba demasiado bien. Sin embargo, el director dejaba claro que estábamos ante uno de los más grandes de la historia del cine, convirtiendo El Padrino en una obra de leyenda.