La franquicia de Rambo se prepara para sacar el cuchillo de nuevo, aunque esta vez no será Sylvester Stallone quien lo empuñe. Según ha trascendido, Millenium Media –la misma productora detrás de The Expendables, Objetivo: La Casa Blanca y The Mechanic– está cocinando una precuela que contará los años más oscuros (y formativos) del mítico exboina verde: su experiencia como joven soldado en la Guerra de Vietnam.
La idea, en principio, tiene sentido. First Blood (1982) nos presentó a un Rambo ya moldeado por el horror, pero ¿qué ocurrió realmente en la selva para convertir a John en una máquina de matar emocionalmente descompuesta? Este nuevo proyecto promete dar respuestas… a gritos, con barro, fuego cruzado y mucha sangre. Porque si no hay vísceras, no es Rambo.
Sylvester Stallone está al tanto del proyecto pero no está implicado creativamente. Lo cual, siendo honestos, abre una posibilidad interesante: ver a un actor joven, probablemente desconocido, dando forma a un Rambo más humano, más roto, y –crucemos los dedos– con algo más de guion que solo frases como “vivimos en un infierno, no en casa”.
La intención, dicen desde Millenium, es mostrar no solo la violencia física del conflicto, sino la violencia psicológica, ese deterioro interno que convierte a un soldado en un fantasma social cuando vuelve a casa. Algo que First Blood insinuaba, pero que en las secuelas acabó sepultado bajo explosiones y números de body count.
El casting está aún en pañales, pero ya hay rumores de que el estudio quiere un rostro fresco, alguien capaz de aportar vulnerabilidad sin perder la amenaza latente de alguien que sabe sobrevivir comiendo insectos y durmiendo en lodo. ¿Será una historia cruda y realista, o una versión juvenil con filtro Instagram del infierno de Vietnam?
Habrá quien diga que esta precuela es innecesaria, un intento más por exprimir nostalgia ochentera hasta dejarla seca. Pero también puede ser una oportunidad para reinventar al personaje, acercarlo a una nueva generación y, por qué no, hacer algo con sustancia en un género que últimamente solo vive de fuegos artificiales.
La gran pregunta: ¿veremos una guerra con sentido o solo otra excusa para que alguien grite “¡RAMBO!” mientras todo explota a cámara lenta?
Todas las que han hecho de Rambo han sido fracaso, qué ganas de jugársela, el público ya no es el mismo para ese género.
Por cierto me ha sorprendido que se os pasara el fallecimiento de Val Kilmer el 1 de abril pasado
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