A veces, el mundo te tiene reservadas sorpresas maravillosas. El pasado año nos quedábamos prendados de propuestas televisivas tales como “True Detective” o “Fargo”. Ambas ficciones irrumpían en pantalla con dosis de brillantez difícilmente alcanzables, cautivando a millones de espectadores alrededor de todo el planeta. Algo que ha vuelto a ocurrir… ¡Pero elevado a la enésima potencia!
No es autoconclusiva y no ha hecho más que firmar su primera temporada, pero esto es muy grande. “Mr. Robot” aterrizaba en las pantallas americanas con la llegada del verano. Su seductor título solo era un pequeño reclamo para una ficción que, desde la primera secuencia de su episodio piloto, ya es parte imprescindible de la historia de la televisión. La historia de ese sociópata llamado Elliot Anderson y la oscura trama que se desarrolla alrededor de este justiciero cibernético no podría ser más cautivadora. Es muy difícil recordar una serie tan acertada y regular que los 10 turbadores episodios del estreno de “Mr. Robot”. Una maravilla.
Es muy difícil sentarse ante el televisor y no pensar automáticamente en David Fincher. Pese a que nada tiene que ver el director de “Seven”, la puesta en escena de la ficción parece destilar la esencia del cine del gran director. Si a eso le añadimos el paseo por la cuerda floja sobre el abismo de la moral y la justicia, se hace evidente que estamos ante algo grande. Una de esas series llamadas a taladrar nuestras mentes y corazones con la audacia propia de las primeras temporadas de “Homeland” o de la sensacional “House of Cards”.
¿No es suficiente con una intriga perfectamente ejecutada? Pues tenemos también a un actor en plena construcción de uno de esos personajes míticos de la gran pantalla. Como un “Dexter” cibernético, Rami Malek logra cautivarnos desde el primer minuto con su turbador Elliot. Además, la ficción recupera para la causa a un actor que parecía no tener salvación, como Christian Slater.
Sea como fuere, nosotros somos víctimas ya del embrujo de “Mr. Robot”. Si no has caído todavía, ya estás tardando.