DC
Menos mal que la herencia del plan anterior no tiene más peajes, porque a este paso Warner y DC van a terminar en la ruina. El universo cinematográfico de Detective Comics arrancaba hace una década con la firma intención de plantarle cara a Marvel. El Hombre de Acero daba el pistoletazo de salida a un ambicioso plan que, con el paso de los años, iba a tambaleándose a consecuencia de los bandazos que se producían. Algo que en estos últimos tiempos se ha vuelto particularmente dramático.
James Gunn y Peter Safran se incorporaban al universo cinematográfico DC con la misión de reiniciarlo todo de nuevo. Desde el año 2025 iremos asistiendo a una sucesión de estrenos que nada tendrán que ver con lo visto hasta ahora. El problema es que los dos nuevos hombres fuertes de DC están teniendo que gestionar los proyectos heredados y que ya se habían rodado cuando ellos llegaron. Una larga lista con Black Panther: Wakanda Forever, Shazam 2, Black Adam, The Flash, Blue Beetle y, ahora Aquaman y el reino prohibido.
Cada uno de los estrenos de DC en estos últimos años se la pegaba a lo grande. Una lista que promete culminar el próximo 22 de diciembre con el estreno de la segunda película de la saga monográfica de Aquaman. Y es que las primeras previsiones de taquilla de la película hablan de que, en su primer fin de semana los fines de Estados Unidos, ni tan siquiera llegará a los 50 millones de dólares de recaudación. Una cifra por debajo de The Flash.
Si tenemos en cuenta que The Flash terminó su andadura en salas convertida en un enorme fracaso con sus 270 millones de dólares recaudados en total, la realidad es que Aquaman y el reino perdido va camino de pegársela a lo grande. Unas nefastas y sorprendentes perspectivas, sobre todo si tenemos en cuenta que la primera entrega de Aquaman conseguía la friolera de 1.151 millones de dólares alrededor de todo el mundo. Terrible decadencia la de DC en estos últimos años.